The human heart its hungry gorge
W.B.
Maldice al necio, mi ángel
Que hoy te dirige palabras amargas
Pues quien hoy te condena, ayer te exaltaba
Y alentó tu turbia vanidad con deleite
Y se enamoró de tus suaves cabellos
Y de tu rostro altivo
Y cantó ebrio himnos en tu honor
Y libo tu flor con sed insaciable
Y poso tu mejilla sobre su hombro
Durmiendo noches dichosas e inquietas
Maldice su gesto de mártir
Y su lamento trémulo
Pues conocía, siempre supo,
La acre vereda
Por la que transitaban sus pasos