PRAGA
Hay plumas que engendran horrores seráficos,
sirenas de tinta que devoran voluntades
y emponzoñan con su susurro exquisito
las aguas de la cordura.
Letras que han capturado
en las redes de sus cabellos fatales
combatir tan magníficas bestias,
negar su lograda,
amarga, mefistofélica maestría.
Como no es posible cancelar a capricho
la historia y el porvenir,
y la obscura condición humana
(esto no resulta tan definitivo).
el viento, mas bien cobardía,
se ha llevado de mi memoria
la aérea identidad aludida.